Una jueza Federal de Distrito de Estados Unidos suspendió temporalmente la proclamación del presidente Donald Trump de restringir el ingreso de estudiantes extranjeros a la prestigiosa Universidad de Harvard.
La resolución de Allison Burroughs llegó horas después de que la institución solicitara a la jueza su intervención para bloquear la proclamación gubernamental que suspendía los visados internacionales para estudiantes y determinó que el Gobierno no puede cumplimentar la orden de Trump pues la institución podría “sufrir daños inmediatos e irreparables”.
Dicha orden, emitida el 4 de junio por la Casa Blanca, buscaba impedir la emisión de visas clasificación F, M o J, así como la revocación de las visas existentes actualmente, pues consideró que “durante mucho tiempo los adversarios extranjeros aprovechan el fácil acceso a la educación superior estadounidense para robar información, explotar la investigación y el desarrollo y difundir información falsa”.
Tras la emisión de esta demanda, Harvard modificó una denuncia presentada ante un tribunal federal en la que afirmó que esta no era la primera ocasión de la administración de Estados Unidos de “separar a la universidad de sus estudiantes internacionales”.
Argumentó que se trata de una campaña “creciente de represalias por parte del gobierno, en clara venganza por el ejercicio de Harvard de sus derechos amparados por la Primera Enmienda para rechazar las exigencias del gobierno de controlar la gobernanza, el plan de estudios y la ‘ideología’ de su profesorado y estudiantes”.
Esto derivó en la resolución de Burroughs, que determinó que, sin una orden de restricción temporal, la universidad podría sufrir “un daño inmediato e irreparable antes de que se diera la oportunidad de escuchar a todas las partes”.
La misma jueza ya había frenado previamente el intento de Trump sobre la implementación, institución, mantenimiento o ejecución de la revocación de la certificación del Programa de Estudiantes y Visitantes de Intercambio (SEVP, por sus siglas en inglés) el pasado 24 de mayo.
Burroughs fijó una audiencia para mediados del mes de junio para dar lugar a la presentación de los argumentos sobre si debería bloquear la proclamación de Donald Trump de manera indefinida.