En un lapso de ocho horas, tres policías municipales —dos de Mazatlán y uno de Culiacán— fueron asesinados y dos más resultaron heridos en violentos atentados registrados en ambos municipios de Sinaloa.
En Culiacán, Pedro Antonio “N”, de 36 años, agente activo de la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito, fue ultimado a balazos con armas automáticas la mañana del jueves al llegar a su domicilio en la colonia Diez de Mayo.
El oficial, quien conducía una camioneta antigua tras concluir su turno, fue atacado por desconocidos, y los cuerpos de auxilio confirmaron su fallecimiento en el lugar.
Por otro lado, la noche del miércoles, un grupo armado irrumpió en una taquería de la avenida Ribereño en Mazatlán, atacando a policías municipales que cenaban.
El sorpresivo asalto dejó dos agentes muertos —uno dentro de una patrulla estacionada y otro en el interior del local— y cuatro personas heridas, incluyendo dos civiles.
La rapidez del ataque impidió que los elementos de la Secretaría de Seguridad Pública de Mazatlán repelieran la agresión, lo que llevó al despliegue de fuerzas estatales y federales para buscar a los responsables.
Los dos policías heridos fueron trasladados de urgencia a una clínica privada en unidades oficiales, mientras que los servicios de emergencia atendieron a los civiles lesionados por impactos de bala.
Las autoridades han intensificado los operativos en ambos municipios para esclarecer los hechos y capturar a los agresores, en medio de un clima de consternación por la violencia contra las fuerzas de seguridad en Sinaloa.