En el marco del Día de las Maestras y los Maestros, celebrado este 15 de mayo, la organización Mexicanos Primero reveló que el 10% de los docentes en México debe recurrir a un segundo empleo debido a los bajos salarios, que promedian 7 mil 130 pesos en preescolar y 7 mil 890 pesos en primaria.
La ONG destacó que 2 millones 153 mil 916 docentes sostienen el sistema educativo nacional, de los cuales el 82% cuenta con formación superior en educación.
Sin embargo, sus condiciones laborales no corresponden a su rol crucial.
El Artículo 3° constitucional y la Ley General de Educación los reconocen como “agentes fundamentales del proceso educativo” y exigen su revalorización, pero “este mandato está lejos de cumplirse”, señaló Mexicanos Primero.
La organización criticó la inestabilidad de la política educativa, marcada por reformas inconsistentes que generan incertidumbre, como la eliminación del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros en 2024, que afecta el desarrollo profesional de los docentes.
A esto se suman desafíos estructurales: precariedad laboral, exceso de tareas administrativas, desigualdad de género en puestos directivos —donde las mujeres ocupan solo el 35%—, infraestructura deficiente (19% de las escuelas de educación básica y media superior carecen de agua potable) y una conectividad limitada que impacta al 58.30% de los planteles.
“Todo esto limita el impacto de su labor y, con ello, el derecho a aprender. Son profesionales que con sensibilidad, entrega y compromiso abren horizontes para millones de estudiantes. Su labor es insustituible: transformar vidas desde la primera infancia hasta la juventud. Desarrollar el aprendizaje requiere formación, pericia y habilidades, pero, sobre todo, condiciones adecuadas para ejercer la profesión”, enfatizó la organización, urgiendo mejoras para dignificar la labor docente.
Para Mexicanos Primero, los gobiernos federal y locales deben asumir compromisos concretos:
- Garantizar condiciones laborales dignas, mejor acceso a la seguridad social, salario justo y equitativo, estabilidad laboral y bienestar socioemocional.
- Invertir en entornos escolares adecuados, con infraestructura segura, conectividad y recursos pedagógicos.
- Impulsar su desarrollo profesional, con programas de formación y acompañamiento pertinentes.
- Asegurar procesos transparentes y estables de ingreso, promoción y reconocimiento, que valoren el mérito y el compromiso.
- Apoyar la autonomía profesional docente, como base para mejorar las prácticas educativas e innovar.
- Potenciar redes de colaboración entre docentes, familias y comunidades para posicionar a la escuela como eje articulador de la política educativa.