En una carta pública emitida este martes, el expresidente Ernesto Zedillo se defendió de lo que calificó como “calumnias e injurias” de la presidenta Claudia Sheinbaum, quien lo ha acusado de acciones antidemocráticas durante su gobierno.
Zedillo criticó duramente la reforma judicial impulsada por el actual gobierno, afirmando que “la presidenta insiste, y está en su derecho, en el tema del rescate bancario que formó parte de la respuesta a la crisis financiera que tuvo que enfrentar mi gobierno. Que lo haga, pero sin incurrir en falsedades ni calumnias”.
Zedillo reconoció que romper su silencio autoimpuesto como expresidente tendría consecuencias: “Tenía claro que romper el silencio que me auto impuse como expresidente para no opinar públicamente sobre los asuntos de nuestro país, tendría un costo significativo. Pero siempre he tenido claro que hay algo mucho más importante que la condición y comodidad personal: México y la defensa de su democracia”.
En su misiva, desafió a Sheinbaum a considerar qué haría ante “el riesgo de quiebra del sistema bancario y con ello de la economía del país”, confiando en que “aún a costa de su popularidad personal, tomaría graves decisiones para evitar esa quiebra y asimismo cumplir con la ley que protege los depósitos bancarios”.
El expresidente exigió auditorías independientes sobre proyectos como la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), la refinería de Dos Bocas y el Tren Maya, argumentando que “se debe saber cuánto costaron y que beneficios se perdieron con esos caprichos de López Obrador”.
Además, acusó a Morena de amenazar las libertades con la reforma judicial: “Es lamentable que la presidenta siga defendiendo la extinción del Poder Judicial federal independiente y profesional (sin duda, con aspectos mejorables) para sustituirlo por otro integrado —mediante una farsa vergonzosa de elecciones— con jueces que serán empleados e incluso familiares de quienes controlan a los poderes ejecutivo y legislativo, y peor aún como ya está siendo acreditado, individuos vinculados al crimen organizado”.
Añadió que “al consumarse este criminal engaño quedará liquidada la democracia mexicana”.
Sobre la pensión que recibe del Banco de México, Zedillo aclaró: “Entre otras cosas, la presidenta me acusa de contar con una pensión de la institución a la que serví muchos años. Ese beneficio fue acordado con posterioridad a mi gobierno; al determinarlo, la institución cumplió con lo dispuesto en la ley que la regula; y supongo que ese acuerdo reconoció los servicios que presté a la misma”.
Recordó su labor en la renegociación de la deuda externa a través del FICORCA, que “generó utilidades y no costos al estado mexicano”, y afirmó: “No me apenó aceptar la jubilación acordada y simultáneamente renunciar a mi pensión como expresidente”.
Zedillo calificó como “insidiosa e ilegal” la mención de Sheinbaum a su pensión y exigió transparencia sobre los beneficios que recibe Andrés Manuel López Obrador: “Cabe demandarle que aclare con todo detalle el fundamento jurídico y el costo de los enormes beneficios que goza López-Obrador en su simulado retiro con cargo al erario público. El ocultamiento de esta información seguramente ayudó a tomar la decisión de desaparecer al Instituto Nacional de Transparencia”.
Con esta carta, Zedillo busca defender su legado y alertar sobre los riesgos que, según él, enfrenta la democracia mexicana.