La chimenea de la Capilla Sixtina emitió humo blanco tras la cuarta ronda de votaciones, señalando que los cardenales han elegido al nuevo Papa, sucesor del fallecido Francisco.
Las campanas de la Basílica de San Pedro resonaron en el Vaticano, confirmando el “Habemus Papam” y desatando júbilo en la Plaza de San Pedro, donde miles de fieles estallaron en aplausos al ver el cambio de humo negro a blanco, inicialmente confundido con una quinta votación.
Con al menos 89 de los 133 votos necesarios, el nuevo Sumo Pontífice fue designado, marcando el fin del cónclave y el comienzo de una nueva era para los 1,370 millones de católicos en el mundo.
La elección, anunciada por el tradicional humo blanco y el repique de campanas, simboliza la unidad de la Iglesia Católica tras días de deliberaciones.
El mundo aguarda ahora el anuncio oficial del nombre y origen del nuevo líder espiritual desde el balcón de la Basílica.
