Surgen en el ámbito político y académico algunas propuestas que estoy seguro arrojan luz sobre el acontecer político, económico y social de la actualidad, me refiero a las del Grupo Nuevo Curso de Desarrollo.
Dicho grupo está integrado por académicos, intelectuales, investigadores, economistas algunos de la UNAM coordinados por Rolando Cordera cuyas aportaciones vale la pena comentar.
Ya anda circulando una versión y un libro al respecto integrada por varios apartados relacionados con el ámbito internacional, la gobernanza, el estado de Derecho, la política social, el ingreso y el empleo entre otros apartados temáticos.
En esta ocasión me centraré en el apartado denominado del trabajo, ingreso y protección social ante un nuevo entorno mundial para darnos una idea de la relevancia de su contenido.
A estas alturas nadie niega ni reniega quizá, de la importancia del trabajo o generación de empleo como factor relevante para vencer la pobreza en toda su manifestación, sin negar también que somos un país de bajos salarios y alta informalidad.
Sabemos que ¾ partes de nuestra población ocupada ronda entre dos y tres salarios mínimos en promedio y aquí la pregunta de rigor es ¿Cómo cambiar esta realidad a la luz del momento actual?
Seguimos en el momento del T-MEC, Nearshoring, inteligencia artificial, robótica, nuevas tecnologías y largo etcétera, por lo que debemos responder tanto a dicha coyuntura y al mismo tiempo oportunidad o amenaza.
Pero bueno, si aún queremos aprovechar al bono demográfico necesitamos reforzar nuestro capital humano e infraestructura a fin de apostarle a esa relocalización de empresas y cadenas de suministro que habrán de llegar en el mediano plazo si no nos dormimos en nuestros laureles.
Justamente este tema es el que se debate en el grupo de desarrollo que destaca que no todo se traduce como política pública en salarios mínimos por arriba de la inflación, obvio sin deflación de por medio que sería otro tema.
Por ello se insiste en que la visión del empleo debe ir más allá es decir hacia una estructura productiva de mayor valor agregado, productividad y empleo mejor calificado y por supuesto remunerado.
Lo anterior deberá aseguran los que saben venir acompañado de un sistema de protección social universal con salud incluida, todo un reto por el lado de los ingresos que de entrada reclama una mega reforma fiscal.
Y junto con pegado, vendrían el sistema de pensiones, de cuidados, seguro del desempleo, etc., en un mundo laboral cambiante ligado con nuevas tecnologías, trabajo a distancia, en línea y presencial, de plataformas digitales totalmente atípico.
Otro mundo del trabajo sin duda que tendremos que explorar y transitar en los próximos 20 años cuando menos debiendo de repensar de entrada la educación. la formación técnica continua y los idiomas.
No se diga lo que por sabido se calla el tema de la justicia social y sindical, el papel de las mujeres en el trabajo, el déficit de cuidados de infantes y ancianos todo un foco rojo desatendido y patas arriba.
Dichos asuntos importantes y de coyuntura requieren una estrategia de desarrollo tanto para mejorar los ingresos y sus desigualdades como el gasto corriente, la deuda pública y la pobreza en todas sus modalidades.
HE DIXI.
