La hora actual del reloj del fin del mundo es la más crítica que ha tenido desde su invención en 1947 por científicos como Albert Einstein, J. Robert Oppenheimer e investigadores del Proyecto Manhattan.
Aunque no mide el tiempo real, este reloj es una metáfora de la gravedad de los desafíos actuales. Desde su creación, ha servido para ilustrar el peligro de eventos como conflictos armados, el cambio climático y el desarrollo de tecnologías con potencial destructivo.
El concepto es claro: cuanto más cerca esté el reloj de la medianoche, mayor será el riesgo de una catástrofe global. La distancia hacia esta hora crítica es determinada anualmente por un panel de expertos en ciencia, política y seguridad internacional. Este grupo analiza eventos recientes y su impacto en la estabilidad global para ajustar la posición de las manecillas.
En enero de 2024, el Reloj del Apocalipsis fue ajustado a 90 segundos de la medianoche, marcando su posición más cercana desde su creación. Este ajuste refleja un periodo de alta incertidumbre y pone de manifiesto la urgencia de abordar los desafíos que enfrentamos como sociedad.
Los responsables del proyecto indicaron que el cambio de la hora del reloj se debía a la posibilidad de una Tercera Guerra Mundial.
Esto tomando en cuenta la guerra en Ucrania, la guerra entre Israel y Hamás y los avances en materia nuclear de países como Estados Unidos, China y Rusia.
Además, el 2023 fue el año más caluroso jamás registrado y se vivieron varias catástrofes naturales (incendios forestales, sequías, inundaciones) derivadas del calentamiento global.
¿Qué significa que el reloj del fin del mundo esté a 90 segundos?
De acuerdo con los científicos que participaron en el desarrollo de las primeras armas atómicas, el reloj del fin del mundo se creó como un indicador simbólico de la vulnerabilidad del mundo ante las nuevas tecnologías.
En este sentido, la media noche representaría la destrucción total de la humanidad, y que actualmente el reloj del fin del mundo esté a 90 segundos, implicaría la advertencia de una catástrofe y la llegada a un punto sin retorno en nuestras acciones.
El Reloj del Apocalipsis, también conocido como Reloj del Juicio Final (Doomsday Clock), se ha convertido en un símbolo inquietante de la cercanía de la humanidad a su propia destrucción.
Aunque el Reloj del Apocalipsis fue concebido durante la Guerra Fría para ilustrar la amenaza de una guerra nuclear, con el tiempo, su alcance se amplió para incluir riesgos como el cambio climático, las tecnologías disruptivas, y más recientemente, la biotecnología y la inteligencia artificial. Su objetivo es ser un recordatorio constante de la urgencia de tomar medidas para evitar el desastre.
¿Cómo funciona el reloj del fin del mundo?
Medianoche: Representa el “punto de no retorno”, una catástrofe global irreversible.
Ajustes Anuales: Cada año, expertos en física, climatología y seguridad internacional evalúan los riesgos globales para determinar si las manecillas deben avanzar o retroceder.
Factores Clave:
Amenazas Nucleares: Conflictos geopolíticos y proliferación de armas nucleares.
Cambio Climático: Falta de avances significativos en políticas medioambientales.
Tecnologías Disruptivas: Mal uso de la inteligencia artificial y la biotecnología.
Otros Riesgos: Pandemias, desinformación y eventos desestabilizadores.