Se llaman Burundanga y Benzodiacepinas; son las drogas controladas con las que duermen a las jóvenes en bares afectando no solo su diversión sino también su integridad física y con lo que además, se expone su vida.
Esta droga, suministrada de manera anónima por lo general, afecta el sistema nervioso central; estos medicamentos son utilizados para manejar la ansiedad y otros trastornos y que, en manos de delincuentes se han convertido en una peligrosa herramienta.
Cada vez es más común saber que los jóvenes, principalmente que frecuentan los bares y centros nocturnos son víctimas del consumo involuntario de este tipo de sustancias, utilizadas para doblegar su voluntad con fines delictivos; de esta forma se les manipula para ser violados, abusados y/o asesinados en los casos más extremos.
Se sabe que actúan en poco tiempo y a los treinta minutos pueden producir somnolencia, mareos, disminución de la concentración, falta de coordinación, y a nivel cognitivo, confusión e incapacidad para discernir. También afectan a la memoria, por eso las personas que la consumieron no recuerdan lo que hicieron cuando estuvieron bajo los efectos de estas drogas.
En los casos de sobredosis o cuando se mezcla con alcohol puede producir vértigo, dolores en el pecho, trastornos del ritmo cardiaco y hasta pérdida de la capacidad para respirar. En algunas personas las benzodiacepinas pueden producir excitación, irritabilidad y tendencia a la hostilidad.
La vía de administración más común es la oral y se conoce que con fines delictivos la mayoría de las veces se proporciona a las víctimas mezclada en bebidas, incluidas las alcohólicas. Los delincuentes tienen que tomarse su tiempo para que la droga actúa y por eso deben seleccionar a sus víctimas y hacerles seguimiento hasta que los efectos se produzcan, lo que puede tomar una media hora.
En el caso de Sonora, la bancada de Movimiento Ciudadano en el Congreso del Estado ha presentado su posicionamiento y propuestas para castigar a quienes alteren alimentos y bebidas con fines de afectar a las personas que las consumen, principalmente a los jóvenes, que son quienes han manifestado ser víctimas de esta situación.
Fuente heraldodemexico.com.mx