El martes 29 de abril, un propietario de un palco del Estadio Azteca dio el primer paso legal al presentar una demanda ante la Profeco contra los administradores del icónico recinto, en el marco de las disputas por los derechos de los palcohabientes de cara a la Copa del Mundo 2026.
Aunque las negociaciones persisten, Roberto Ruano Ortega, secretario general de la Asociación Mexicana de Titulares de Palcos y Plateas, aclaró: “La Asociación no presentará ningún recurso por el momento, hasta en tanto las negociaciones siguen. Lo de ahorita es acompañamiento, podríamos decir. Es una obligación moral que tenemos con los aliados”.
A 408 días del inicio del Mundial en Ciudad de México, Ruano señaló que no hay avances concretos, pero el diálogo con los dueños del estadio continúa.
“Soluciones todavía no, en eso estamos cordiales porque las puertas están abiertas. El diálogo nunca se ha interrumpido, no hay avances, pero ya no depende tanto del estadio, les daremos un tiempo para que se solucione antes que la asociación tome una resolución”, afirmó.
Los palcohabientes rechazan cualquier compensación económica, exigiendo únicamente el respeto a sus lugares.
“No es petición, es nuestro derecho. Queremos que se respete nuestro contrato, nada más. Tajantemente, el palco y las plateas son intocables. Cada titular tiene su lugar asignado y ese es intocable”, enfatizó Ruano.
El secretario también descartó acuerdos financieros, argumentando: “No bajo ningún motivo, porque generaríamos un antecedente. A los titulares de palcos nos queda 40 años de uso y gozo del palco del estadio. Nosotros ya pagamos no hay porque pagar algo extra cuando se pagó y nos quedan 40 años más”.
La Asociación, que representa a 2,500 lugares, busca sumar más aliados para fortalecer su posición.
“Aprovecho para invitar a todos los titulares de palcos y plateas que no se han aliado que se unan porque juntos podemos tener mejor impacto en nuestras peticiones. Hoy estamos a 408 días de qué empiece el Mundial empiezan (los tiempos) a apretar, pero estamos con suficiente margen”, concluyó Ruano, confiado en que la presión colectiva garantizará el respeto a sus derechos.